Bagdad en Llamas - Baghdad Burning: <strong>Dos años…</strong>

Bagdad en Llamas - Baghdad Burning

Te encontraré a la vuelta del recodo mi amig@, donde los corazones pueden sanar y las almas reponerse

Wednesday, March 23, 2005

Dos años…

Hace dos años desde el inicio de la guerra. Estos dos últimos se han sentido como dos décadas pero puedo recordar la guerra como si fuese ayer.

El cielo estaba iluminado con flashes rojos y blancos y el suelo temblaba con las explosiones el 21 de marzo del 2003. En realidad el bombardeo había comenzado al amanecer del día 20 pero se hizo realmente duro el 21. Recuerdo que estaba en el piso superior cuando comenzó el bombardeo más fuerte. Luchaba para arrastrar abajo un pesado colchón de algodón de mi habitación para una tía que estaba pasando un par de semanas con nosotros, cuando, repentinamente, oí un lejano ‘whiiiiiiiiiiiiiz’ que sonaba como si se estuviese acercando.

Entonces empecé a correr empujando y tirando del pesado colchón, medio intentando transportarlo y medio intentando tirarlo escaleras abajo. Me quedé atascada en las escaleras, a medio camino, en el momento que el sonido silbante había aumentado tanto que parecía que saliese de mi cabeza. Empujé de nuevo el colchón y llamé a E. Para que me ayudase a arrastrarlo hasta abajo, pero E. estaba fuera con mi primo, intentando ver dónde caían los misiles. Tomé posiciones y empecé a patear el pesado colchón sin importarme cómo cayese, solamente esperando estar en el piso de abajo cuando el misil impactase.

El colchón finalmente cedió y empezó a resbalar y deslizarse por los últimos diez escalones hacia abajo, para aterrizar finalmente apilado al final de la escalera. Le seguí apresuradamente, bajando los escalones de dos en dos, esperando sentir un gran “BOOM” en cualquier momento. Me tropecé en el último peldaño por la loca prisa y acabé amontonada en la masa de algodón del suelo. En ese momento vino la explosión, seguida por series de explosiones más fuertes que no sonaban como los misiles que habíamos estado experimentando durante las últimas, algo así como… cuarenta horas.

En ese momento la casa se convirtió en un caos, Mis padres corrían, mi padre tratando de encontrar su radio a pilas y mi madre asegurándose de que la estufa estaba apagada. Ella también gritaba órdenes a su espalda, mandándonos ir a la “habitación segura” que habíamos decorado especialmente con cinta adhesiva y cojines blandos, “a prueba de bombas”, como le gustaba decir a mi sobrino. La tía, que todavía estaba con nosotros, corría por la casa, tratando locamente de encontrar a sus nietas (que ya estaban en la habitación segura con su madre). El primo apresuradamente apagaba estufas de keroseno y abría ventanas para que no saltasen con el impacto. Desde fuera E. corría para entrar intentando mantener su expresión casual bajo la palidez de su cara

Mientras esto iba pasando, el bombardeo se iba haciendo más sonoro y más frecuente, la tierra retumbando y estremeciéndose con cada explosión. E. estaba diciendo algo sobre el cielo pero el continuo ruido que venía de abajo de abajo era tan alto que no podíamos oírle. “El cielo está lleno de luces rojas y blancas...” Gritó, ayudándome a levantarme, temblorosa, del colchón. “¿Quieres salir afuera a ver?”Le miré como si estuviese loco y le obligué a arrastrar el colchón hasta el salón. Volvimos corriendo a la habitación segura y las bombas todavía estaban cayendo ruidosas y rápidas, una tras otra. A veces era como si cayesen en la puerta de al lado y otras veces como si fuera varias manzanas lejos. Sabíamos que era más lejos.

En la habitación de seguridad, las caras eran blancas con tensión. La esposa de mi sobrino sentada en una esquina con una hija a cada lado, rodeando sus hombros con los brazos, murmurando oraciones suavemente. Mi primo estaba paseando frente a la puerta, con aspecto lúgubre y mi padre intentaba encontrar una emisora decente en la pequeña radio AM/FM que siempre llevaba a dónde quiera que fuese. Mi tía estaba hiperventilando y en ese momento mi madre se sentó junto a ella, intentando distraerla con la voz del locutor hablando en la radio de la lluvia de bombas sobre Bagdad.

Cuarenta aparentemente interminables minutos más tarde hubo un ligero apaciguamiento del bombardeo, parecía haber ido más lejos. Aprovechando la relativa calma, empecá a buscar el teléfono. La casa estaba fría porque las ventanas estaban abiertas para salvarlas del destrozo. Localicé el teléfono, absolutamente convencida de que lo encontraría sin línea, pero quedé sorprendida el escuchar el tono de marcar. Empecé a marcar números de parientes y amigos. Contactamos con una tía y un tío en otras partes de Bagdad y sus voces al otro lado de la línea eran temblorosas y cautelosas. “¿Estás OK?¿Está todo el mundo OK?. Era todo lo que podía preguntar al teléfono. Ellos estaban ok... pero el bombardeo es fuerte sobre todo Bagdad La conmoción y el temor habían empezado.

Esta semana hace dos años.

Lo que siguió fue casi un mes de bombardeo pesado. Esa caótica noche se convirtió en la introducción a interminables días de caos y largas noches sin sueño. Llegas a un punto, durante los continuos ataques aéreos, en que pierdes la cuenta de los días. La semana deja de ser Viernes, Sábado, Domingo, etc. Los días dejan de ser horas. Yo empecé a medir el tiempo por el numero de bombas que caían, el número de minutos que duraba el terror y el número de veces que te despertaba en la noche el ruido de las armas y las explosiones

Tratamos de olvidarlo, pero de cualquier manera, vuelve otra vez. Algunas veces que estamos juntos sentados, cuando no hay electricidad, o nos hemos reunido para la comida o la cena, siempre hay alguien que dice, “¿Recordáis hace dos años cuando…? “ “¿Recordáis cuando bombardearon el área residencial de Mansur... Cuando empezaron a quemar los coches en las calles con los helicópteros “Apaches”... Cuando tiraron en el aeropuerto aquella bomba que iluminó media ciudad... Cuando los carros de combate norteamericanos empezaron a entrar en Bagdad....?”

¿Recordáis cuando el miedo estaba todavía fresco, el terror era relativamente nuevo, y todavía era posible conmocionarse y asustarse en Bagdad?

- posted by river @ 5:36 PM
 
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