Bagdad en Llamas - Baghdad Burning: <strong>Tres años...</strong>

Bagdad en Llamas - Baghdad Burning

Te encontraré a la vuelta del recodo mi amig@, donde los corazones pueden sanar y las almas reponerse

Saturday, March 18, 2006

Tres años...

Han pasado tres años desde el comienzo de la guerra que marcó el fin de la independencia de Irak. Tres años de ocupación y derramamiento de sangre.

Primavera debería significar renovación y renacimiento. Para l@s irakíes la primavera significa revivir recuerdos dolorosos y preparase para desastres futuros. En muchos aspectos este año es como el 2003 antes de la guerra cuando almacenábamos gasolina, agua, comida y aprovisionamientos de primeros auxilios y medicinas. Lo hacemos otra vez este año pero ahora no discutimos sobre para qué lo hacemos. Las bombas y los B-52 son mucho más fáciles de ver que cualquier otra posibilidad.

No creo que nadie imaginara hace tres años que las cosas estarían tan mal como hoy en día. Las últimas semanas han transcurrido en tensión. Estoy tan cansada de todo... estamos todos tan cansados.

Tres años y el suministro eléctrico es peor que nunca. La situación de seguridad ha ido de mal en peor. Se siente como si el país estuviera al borde del caos una vez más, pero un caos planeado de ante mano, prefabricado, y dirigido por las milicias religiosas y los fanáticos.

La escuela, la universidad y el trabajo han sido asuntos que han funcionado de nuevo, y han dejado de funcionar otra vez. Parece que por cada dos días de colegio/trabajo hay cinco días de estar sentado en casa esperando a que la situación mejore. Justo ahora la universidad y la escuela han cerrado porque se acerca la “arba3eeniya” o el “Día 40”, más banderas negras y verdes, hordas de hombres de negro y “latmiyas”. Nos dijeron que los niños deberían intentar volver a clase el próximo miércoles. Digo “intentar” porque antes de la tan esperada reunión parlamentaria de hace dos días las escuelas cerraron. Después de la bomba en la mezquita de Samarra las escuelas cerraron. Los niños han estado en casa este año más tiempo que el que han estado en la escuela.

La Arba3eeniya me preocupa más esta año. Me preocupa que vayamos a ver más como lo que pasó en la mezquita Askari de Samarra. La mayoría de l@s irakíes creemos que todo fue preparado por aquellos que tienen más que ganar dividiendo a los iraquíes.

Estoy aquí sentada tratando pensar en qué es lo que hace a este año, 2006, mucho peor que el 2005 o el 2004. No son diferencias visibles, cosas tales como la electricidad, el agua, edificios derruidos, calles rotas y horribles muros de seguridad de hormigón. Esas cosas molestan, pero son llevaderas. L@s irakíes hemos demostrado una y otra vez que los países se pueden reconstruir. No, no es lo obvio lo que nos llena de temor.

El auténtico miedo es la mentalidad de tanta gente últimamente, la grieta que parece haberse abierto camino a través del propio corazón del país, dividiendo a la gente. Es descorazonador hablar con conocidos, gente sofisticada y civilizada, y oír que los sunís son así y los chiís asá. Ver que hay personas que recogen sus cosas para mudarse a “barrios sunítas” o a “barrios chiítas” ¿Cómo ha podido ocurrir esto?

Constantemente leo análisis en su mayor parte escritos por extranjeros o por irakíes que han pasado décadas en el extranjero, diciendo que siempre ha existido división entre sunís y chiís en Irak (observación, que irónicamente sólo sehace evidente cuando ya no estás viviendo entre l@s irakíes)... pero que con el dictador nadie lo veía o nadie quería verlo. Eso simplemente no es cierto, si había división era entre los fanáticos de ambos lados. Los extremistas chiítas y los extremistas suníes. La mayoría de la gente simplemente no salía a hacer amigos ni se relacionaba con sus vecinos en base a su secta religiosa. A la gente no le importaba, podías preguntar por esa cuestión, pero todo el mundo te iba a mirar como si fueses tonto o maleducado.

Recuerdo que, cuando era una niña, durante una visita estaba jugando fuera con una de las niñas de los vecinos. Amal era exactamente de mi edad, incluso habíamos nacido en el mismo mes separadas por tan sólo tres días. Estábamos riéndonos de un chiste tonto cuando, repentinamente, se volvió y preguntó tímidamente, “¿eres Sanafir o Shanakil?”. Me quedé inmóvil, confusa. Sanafir es una palabra árabe para “smurfs” y Shanakil es la palabra árabe para “snorks”. Yo no entendía porqué me preguntaba si era una smurf o una snork. Aparentemente era la forma indirecta de preguntar si era Sunni (Sanafir) o Chií (Shanakil).

“¿Cómo?”, pregunté con una media sonrisa. Ella se rió y me preguntó si rezaba con las manos a los costados o cruzadas sobre mi estómago. Me encogí de hombros, no muy interesada y un poco avergonzada de admitir que todavía no conocía cómo rezar propiamente, a la tierna edad de diez años.

Más adelante en la tarde, me senté en casa de mi tía y recordé preguntar a mi madre si éramos Smurfs o Snorks. Ella me dirigió la misma mirada vacía que yo había fijado en Amal. “Mamá, ¿nosotr@s rezamos con las manos ASÍ o ASÍ?”. Me levanté e hice las dos posiciones de rezar. Los ojos de mi madre se aclararon y sacudió su cabeza girando la vista hacia mi tía. “Por qué estás preguntando?¿quién quiere saberlo?. Le expliqué como Amal, nuestra vecina Shanakil, lo había preguntado antes, ese mismo día. “Bien, dile a Amal que nosotr@s no somos ni Shanakiles ni Sanafires. Somos musulmanes, aquí no hay diferencia.

Pasaron años antes de que descubriese que la mitad de la familia era Sanafir y la otra mitad era Shanakil, pero a nadie le importaba. Durante las reuniones familiares no nos sentábamos a discutir sobre el Islám Sunní o el Islam Chií. La familia no se preocupaba de si este primo rezaba con las manos a los costados y aquel otro con las manos cruzadas delante de su estómago. Much@s irakíes de mi generación tienen esta actitud. Hemos sido educad@s para creer que la gente que discrimina de cualquier forma, positiva o negativa, en base a secta religiosa o raza, son personas retrógradas, ineducadas e incivilizadas.

Lo más preocupante de la situación ahora es que la discriminación basada en la secta se ha convertido en algo habitual. La persona instruida promedio en Bagdad todavía siente desdén por toda esa discusión Chiíta/Sunnita. Tristemente la gente está siendo empujada a declararse esto o lo otro porque los partidos políticos están promoviendolo con cada discurso y cada periódico, todo es ‘nosotros/ellos’. Constantemente leemos sobre como “nosotros los sunnitas debemos unirnos con nuestros hermanos chiítas...”, o como “nosotros los chiís debemos perdonar a nuestros hermanos sunnís...” (nótese como nosotras, las hermanas chiitas y sunnitas parecemos no encajar en ninguna ecuación en este momento). Parece que las personalidades políticas y religiosas olvidan a lo largo de todo el día que tod@s somos simplemente irakíes.

¿Y qué papel están jugando los ocupantes en esto?. Es muy conveniente para ellos, creo. Es muy bueno que los irakíes estén secuestrándose y matándose entre ellos, porque así los ocupantes pueden presentarse como la neutral tercera parte extranjera que trata de promover la paz y el entendimiento entre personas que, antes de la ocupación, eran muy pacíficas y comprensivas.

Tres años después da la guerra, y nos las hemos arreglado para retroceder de una manera visible, y en una forma no tan visible.
Sólo en las últimas semanas, han muerto miles en violencia sin sentido, y, mientras escribo esto, las armadas irakí y norteamericana bombardean Samarra. Lo triste no es el ataque aéreo, que es uno de los cientos de incursiones aéreas que hemos visto en los últimos tres años. Lo triste es la resignación de la gente. Se sientan es sus casas en Samarra, porque no hay dónde ir. Antes recogíamos refugiados en Bagdad y sus alrededores. Ahora l@s propi@s bagdadíes están buscando cómo salir de la ciudad... caminos para salir del país. Encontrar algún refugio seguro en el extranjero se ha convertido en el sueño típico irakí.

Tres años más tarde y las pesadillas de bombardeos, de sobresaltos y de temor han evolucionado hasta convertirse en otra clase de pesadilla. La diferencia entre entonces y ahora es que hace tres años todavía nos preocupábamos de las cosas materiales, posesiones, casas, automóviles, electricidad, agua, etc... Es difícil definir qué es lo que más nos preocupa ahora, incluso los más cínicos críticos de la guerra no pudieron imaginar que el país estaría tan mal tres años después de la guerra... Allah yistur ill rab3a (Dios nos proteja del cuarto año).

- posted by river @ 3:28 AM
 
HispaLab
HispaLab